Reforma Judicial y equidad de género, enemigas declaradas – Selina Avante
Con motivo de la conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, el próximo 25 de noviembre, no puede pasar de largo volver la mirada a la naciente reforma judicial tan polémica como peligrosa en todos los sentidos para un Estado democrático y, en vía de consecuencia, para los derechos humanos que tutela.
En ese contexto, hoy destaca por su importancia y actualidad la gran afectación que esta nueva reforma estructural a la justicia provoca en las mujeres mexicanas. Han sido años de un esfuerzo constante realizado por grupos diversos. Desde instituciones de protección a los derechos humanos, grupos feministas e incluso la Suprema Corte de Justicia de la Nación, de formas muy diversas y a través de manuales y protocolos, tratan de avanzar en la tutela de este importante grupo poblacional para cambiar la cultura de desprecio y discriminación que las mujeres han vivido en nuestro país.
Incluso, el tema ha sido tristemente materia de múltiples condenas en el ámbito internacional para México. Tal es el caso del emblemático “Campo Algodonero” donde la Corte Interamericana de Derechos Humanos destacó con detalle los micros y macro machismos que hacen de nuestro bello país uno de los más destacados en materia de discriminación de género.
Hoy la reforma judicial no hace sino volver a encender la llama de la agresión contra las mujeres. Primero, porque al poner la justicia en manos de juzgadores improvisados, poco conocedores de los principios constitucionales y convencionales, menos aún lo estarán en materias especializadas como juzgar con perspectiva de género. Ello impactará necesariamente en juicios de divorcios, custodia de menores, feminicidios, acceso a la interrupción legal del embarazo y tantos otros donde las mujeres estarán nuevamente a la deriva.
Al respecto, la asesora de Naciones Unidas, Andrea Medina ha expresado su preocupación al considerar que se perderán años de aprendizaje sobre la igualdad, los estereotipos y la delicada tarea de juzgar con perspectiva de género.