Paros judiciales- Ricardo Guzmán Wolffer
La incomprensión de la organización judicial lleva a políticos a suponer como delito grave
el paro de trabajadores o a señalarlos como títeres de los jueces. Esto, además de incomprobado, restringe el ejercicio de derechos laborales, sancionado en el código penal federal (149 TER F II). Hay, por lo menos, una tentativa punible. A quienes laboran bajo un sistema de obediencia vertical resulta incomprensible que los jueces no obedezcan a la ministra presidenta y menos entienden que mecanógrafos y abogados no se plieguen al juez con quien trabajan.