Cuando la verdad necesita protección: el valor de los testigos en la justicia disciplinaria – Mdo. Jesús Cadena Alcalá
A veces la justicia se sostiene en algo tan frágil y, al
mismo tiempo, tan poderoso como la voz de una persona. Una voz que decide hablar aun cuando el silencio sería más cómodo; que con honestidad y valentía
se atreve a contar lo que vio y lo que sabe. Esa voz es
el testimonio, y en los procedimientos disciplinarios
suele marcar la diferencia entre la duda y la claridad,
entre lo que se cree y lo que realmente ocurrió.
Para que esas voces salgan a la luz, es necesario
que las instituciones brinden medidas de protección
suficientes para prevenir, sancionar y erradicar los
posibles riesgos de quienes colaboran; que tengan
la certeza de que no habrá un daño o agravamiento
a su integridad.

- Heraldo Estado de México

