A sus 42 años logró derechos alimentarios tras demandar a su padre
Después de llevar una vida de carencias y limitaciones que lo obligaron a trabajar desde pequeño y frenar sus sueños de ser médico, Juan -a quien llamaremos así para proteger su identidad- logró obtener a sus 42 años el reconocimiento legal de su padre, el pago retroactivo de alimentos y pensión alimenticia mientras realice sus estudios universitarios.
Desde pequeño fue testigo del esfuerzo de su madre para sacarlo adelante, quien dobló turnos e incluso migró a otro país. Pero no fue suficiente para convertirse en médico cirujano, pues tuvo que truncar sus estudios para trabajar y apoyar en los gastos de su hogar.