Ricardo Joya – Justicia cercana y confiable, reto en Edomex
La Reforma Constitucional al Poder Judicial del Estado de México -que se concretó la semana pasada con la aprobación en 100 de los 125 ayuntamientos mexiquenses- es un proceso irreversible, sobre todo luego del triunfo contundente de Morena en las elecciones federales y locales del año pasado. Han iniciado los pasos que buscan transformar, mejorar y fortalecer la impartición de justicia.
En el orden federal se ha descalificado sistemáticamente a la Suprema Corte de Justicia de la Nación y a quienes integran el Poder Judicial de la Federación. ¿Cuáles son los principales ejes de las descalificaciones? Empleando la herramienta de Inteligencia Artificial Perplexity, se pueden sintetizar las críticas en tres aspectos: 1) Acusaciones de corrupción, 2) Críticas a los paros y las huelgas que se realizaron en esa instancia, en protesta por las reformas, y 3) Deslegitimación de las decisiones judiciales, sugiriendo que son parte de una agenda conservadora.
A diferencia de esa narrativa, en el caso del Estado de México -acorde con su estilo equilibrado y de no confrontación que le caracteriza- la gobernadora Delfina Gómez Álvarez ha generado un ambiente de respeto, reconocimiento y colaboración, óptimo para la transformación del Poder Judicial.
Por ello, cobra especial relevancia la última elección que realizó el Pleno del Tribunal Superior de Justicia del Estado de México (TSJEM). Con una votación unánime (inédita en la historia reciente del Poder Judicial), el magistrado Fernando Díaz Juárez asumió la presidencia del Tribunal y hay la oportunidad para que el Estado de México sea ejemplo nacional en la instrumentación de la Reforma, sentando las bases para el futuro de ese Poder, cuyas decisiones impactan en la vida cotidiana de millones de personas.
