Se dice que – Una reforma judicial que no baja al pueblo
La reforma judicial local es una buena reforma, pero no la mejor reforma. Arrancar el control de la administración de la justicia a una élite priista, que lo hacía muy mal, es quizá su mayor aportación. Pocas, poquísimas personas en el Estado de México están enteradas, saben o entienden que el sistema entró en proceso de cambio. Vaya paradoja, se pretende socializar al Poder Judicial mexiquense sometiendo a elección popular los cargos de jueces y magistrados, pero, al menos hasta ahora, se ha hecho cupularmente, de arriba para abajo.