Cosas veredes. ¿Queremos ser mejores o no? – Rafael Estrada Michel
Se han manifestado algunas quejas en relación con medidas que, desde el Estado de México, dan esperanza en torno a la posibilidad de transformar para bien la impartición de justicia en nuestro país, tan urgido de ello.
Vistas las cosas sin indebido apasionamiento, puede apreciarse que el Tribunal Superior mexiquense ha encauzado un proceso beneficioso que abarca desde la estructura orgánica hasta la capacitación de los operadores jurídicos. Por ejemplo, se ha implementado un novedoso curso tendente a la certificación para los abogados que litigan en la entidad.
El propio Tribunal imparte, con los mejores perfiles docentes, un curso de alta especialidad. La capacitación continua es un imperativo en un Estado que ha reformado la Ley Orgánica del Poder Judicial para establecer, por ejemplo, un audaz mecanismo para la formación de jurisprudencia, que incluye novedades muy interesantes como el llamado “precedente por consideración”, que faculta a los abogados a señalar al juzgador la existencia de un criterio análogo dictado por algún otro órgano jurisdiccional.